lunes, 11 de mayo de 2015

Causas de la Guerra



ECONÓMICAS

Por lo que se refiere al contexto económico, hay que recordar el impacto de la crisis del 29. Las políticas económicas previas, de desrregulación financiera y de poca intervención del estado, habían propiciado el crack bursátil de 1929. Las primeras propuestas de solución seguían en esta línea, por lo que la situación no mejoró. Finalmente ante la incapacidad del mercado de resolver por la situación por sí sólo, se recurrió a las políticas intervencionistas para impulsar economía. Inspirados en las ideas de los economistas como John Maynard Keynes, el estado se convirtió en el principal inversor; aumentó el gasto público y la situación económica empezó a mejorar paulatinamente.
  • Tímidamente con el New Deal de Franklin D. Roosevelt, 
  • Hjalmar Schacht,  hizo lo propio en Alemania.
A finales de los años 30 este intervencionismo público se había multiplicado, aunque no sólo en forma de servicios e infraestructuras (tal y como defendía Keynes) si no que se reorientó en otro sentido, hacia el rearme. La carrera armamentística anterior y simultánea a la segunda guerra mundial logró superar definitivamente la crisis de los años 30 y volver a la senda del crecimiento económico. La importancia de la economía para explicar el inicio y el desarrollo de esta guerra es algo que destacan autores como Otto Bauer, Angelo Tasca o D. Guerin.




POLÍTICAS

Las duras condiciones impuestas a Alemania por el tratado de Versalles, crearon el caldo de cultivo propicio para la difusión de ideas revanchistas. Esto fue clave para entender el éxito de grupos de extrema derecha, como los nacionalsocialistas o nazis. Aunque durante los años 20 se suavizaron algunos aspectos de Versalles, la sensación general entre los alemanes era que franceses e ingleses habían abusado y les habían tratado injustamente.
En Italia tampoco estaban satisfechos con el tratado, pero por otras razones. Los anglo franceses no habían cumplido sus promesas respecto a Italia y no consiguieron anexionarse los territorios que reivindicaban de Yugoslavia (la región costera de Dalmacia). Esto fue usado por los grupos radicales italianos que hablaban de victoria mutilada y de irredentismo (nación italiana incompleta).

Portada del histórico documento
firmado en  Versalles.


IDEOLÓGICAS

Tanto en Alemania como en Japón se difundieron ideologías de tipo nacionalista que justificaban la supremacía de estos países sobre los de su entorno.
En Alemania ya desde inicios del siglo XIX hubo autores que defendieron:
  • la superioridad racial y cultural de los alemanes
  • Fichte o Haushofer, es el llamado germanismo. 
A partir de esta premisa consideraban legítimo someter a sus vecinos por lo que se convirtió en una justificación del expansionismo y del imperialismo. Igualmente paso en Japón, su superioridad industrial sirvió para justificar ideas de supremacía racial.

OBJETIVO -  "Esfera de coprosperidad asiática"


Estas ideas de supremacía nacional y racial sean totalmente asumidas por los nazis, que la unieron a su fuerte antisemitismo, al rechazo de la democracia y a su defensa a del elitismo o jerarquía natural entre los hombres, de lo que habla Erich Fromm en su obra “Miedo a la libertad”.
Racismo unido a pseudo ciencia acabará dando lugar a aberraciones intelectuales como la “higiene racial” o eugenesia, origen ideológico del holocausto.
La importancia de los aspectos ideológicos en el ascenso de los totalitarismo y en le desencadenamiento de la 2ª Guerra Mundial es algo que destacan autores como Zeeb Sternell o Georges Mosse.



DEMOGRÁFICAS

La crisis del 29 tuvo lugar en un contexto de aumento de población. Durante los años 20 la prosperidad había propiciado un aumento demográfico, ahora la situación había cambiado y crisis hacia muy difícil mantener a todo esta población. Autores neo-malthusianos consideran que una de las razones de la guerra fue recuperar el equilibrio demográfico.


La crisis económica de la década de 1930 había estimulado a Japón a sustituir a Europa en el Lejano Oriente y a construir lo que ellos mismos llamaban «la gran Asia Oriental«, dominada por el nuevo orden japonés. Así, Japón inició una política expansionista que tenía un doble objetivo. Por un lado, controlar territorios para extraer materias primas y dominar sus exportaciones, y, por otro, reabsorber la crisis industrial mediante los encargos de armamento. La expansión «pacífica» de los años veinte se convirtió en la década de los treinta en expansión militar, que se inició en 1931 con la invasión de Manchuria, que se convirtió en Manchukuo, un estado satélite del Japón. La guerra en el Lejano Oriente comenzó, en realidad, en 1937, cuando se generalizó el conflicto chino japonés, y tuvo su momento decisivo en 1941, con el ataque a la base norte-americana de Pearl Harbour.